La receta para hacer el torrezno tradicional perfecto
Hay ciertas alimentos que gustan a todo el mundo, al menos nosotros no conocemos a nadie en el caso que tenemos. Los torreznos tradicionales son uno de esos productos que para el vermú, como aperitivo, para picar… ¡Nunca falla!
En Eresma te ofrecemos una tocineta adobada según la tradición castellana, ideal para elaborar unos deliciosos torreznos. Tienes la opción de llevarte la tocineta entera o cortada en tiras ya preparadas.
Pero, ¿Sabes cómo elaborarlos para que queden perfectos? ¡Aquí estamos para ayudarte! El chef Raúl del Moral, de la Escuela Internacional de Cocina Fernando Pérez de Valladolid, nos da las claves para elaborar el torrezno tradicional perfecto
Pasos a seguir
Lo primero que tenemos que hacer es orear nuestra panceta. ¿Qué significa eso? Lo ideal es tener la pieza una semana fuera del envase. Este es el truco para conseguir que la corteza del torrezno suba cuando lo friamos y tenga ese aspecto tan suculento. Cuanto más seca esté la corteza mucho mejor. Cuélgala en algún sitio fresco y seco para obtener un mejor resultado.
Tras este, fundamental, primer paso es hora de irnos a la cocina. Corta en tiras (o si tienes nuestro paquete preparado, no te hará falta) la panceta. Ponemos un poquito de aceite (la recomendación del chef es utilizar aceite de girasol) en la sartén. No vas a necesitar mucho, solamente que cubra el fondo. A fuego lento, coloca las tiras de panceta boca abajo, es decir, con la piel en la sartén. Los tendremos en el fuego alrededor de 20 minutos, echándoles un ojo de vez en cuando para que no se nos caigan e ir observando que aparecen las características burbujas en la piel.
Con unas pinzas, los sacamos del fuego y los colocamos en un plato. A continuación, en un cazo con abundante aceite y con el fuego a tope (Ahora sí), vamos metiendo los torreznos dentro. Te recomendamos hacerlo de dos en dos para evitar que alguno se te pueda quemar. Más o menos cinco minutos después (visualmente verás cuando están hechos), los sacaremos en el plato que hemos utilizado antes.
Coge el torrezno con unas pinzas y coloca la corteza contra el aceite para que esté muy crujiente
¡Truco del chef!
Por último, coloca los torreznos sobre un plato con papel absorbente para quitar el exceso de aceite que puedan tener y… ¡Listo! Ya solo queda presentarlos en un plato: enteros, partidos en trocitos, con un arroz… ¡Imaginación al poder!
